CLAVES PARA REDUCIR EL CALOR DE TU VIVIENDA

Durante los periodos de más calor que sufrimos al cabo del año, donde la eficiencia energética de muchos inmuebles es nula, pensamos que la única solución es tener un buen aire acondicionado, ventiladores próximos o directamente mudarse a la casa del pueblo.

Pues bien, en este caso queremos enseñaros a que otras opciones podéis optar, donde gracias a las subvenciones de eficiencia energética existentes a nivel estatal, autonómico y local, podremos llevar a cabo. La mayoría de ellas son soluciones pasivas que agradeceréis tanto en temperatura como en eficiencia energética, lo que es lo mismo, menor costes económico y mayor ahorro en nuestras facturas.

Las opciones más sencillas de llevar a cabo son:

• Sustitución de ventanas: cambiar nuestras viejas ventanas por otras de doble acristalamiento con cámara de aire. Por estética y coste deberemos de elegir si las queremos en aluminio con rotura de puente térmico o si las preferimos en PVC, ambos tipos de ventanas nos evitarán que se produzcan en nuestro interior condensaciones y diferencias bruscas de temperatura en los marcos.

Para elegir los vidrios podremos optar a los de tipo “baja emisividad térmica” lo que nos permitirá no absorber el calor exterior.

• Bombillas LED: tener nuestra vivienda iluminada con bombillas incandescentes o halógenas puede provocar un incremento adicional de calor, aunque donde más lo notaremos será en la factura de la luz.

Cambiando nuestras bombillas a LED nos ahorraremos fácilmente un 80 % en el coste de iluminación. Este tipo de bombillas no emiten calor y podremos elegir si queremos en nuestra casa una luz cálida o por el contrario una luz fría.

Otras opciones más eficaces para combatir el calor y la eficiencia energética, teniendo que invertir un poco más son:

• Aislamiento térmico: la colocación de aislamiento térmico en las paredes que dan al exterior nos facilitará alcanzar el confort deseado, ya que impide en gran parte que la temperatura exterior se transmita y llegue al interior de la vivienda.

Si decidiéramos intervenir el calor con esta medida y la comunidad de vecinos estuviera de acuerdo, la mejor solución sería colocar el aislamiento térmico por el exterior del edificio, consiguiendo a la vez eliminar los puentes térmicos y reduciendo los costes energéticos; si por el contrario nadie quiere invertir pero nosotros sí, lo mejor sería hacer un trasdosado de cartón-yeso (pladur) con nuestro aislamiento. Las zonas a las que debemos siempre prestar mayor atención, para conseguir reducir la temperatura y obtener una mayor eficiencia energética, son las fachadas y las cubiertas.

En las cubiertas nos encontraremos siempre con dos posibilidades, dependiendo si ésta es plana o inclinada. En el caso de que sea plana, lo mejor será intervenir por el exterior, ya que evitaremos los puentes térmicos y molestias al vecino de última planta. Si la cubierta es inclinada, la mejor solución (si no es posible el acceso al espacio interior de cubierta) es intervenir por la vivienda, bajo el forjado.

• Aire acondicionado por zonas: instalar en nuestra vivienda el aire acondicionado es el método más directo y preferido por la mayoría, aunque no el idóneo tal y como estamos acostumbrados a tenerlo. Está claro que la maquinaria debe de ser Inverter y tener un consumo del tipo A, pero la forma de instalarlo debe de ser una más particular, donde tengamos presente que la instalación debe de estar ejecutada mediante conductos y dividida por zonas. Deberemos de tener unidades interiores independientes, por ejemplo, por usos, donde podremos destinar una misma máquina para el conjunto de dormitorios con sus correspondientes termostatos y otra para el salón/comedor. Entre sus ventajas no solo está el tipo de consumo, sino que tendremos la posibilidad de enfriar las zonas que consideremos oportunas (no toda la vivienda) y en caso de avería podremos seguir disfrutando del aire acondicionado en el resto de estancias.

Aun así, hay en el mercado otras opciones como es el sistema Airzone que permite con una sola máquina y termostatos en cada estancia, regular la temperatura de forma independiente e incluso anular el suministro de aire en alguna de ellas, según las necesidades, para no desperdiciar energía mientras no estemos, pudiéndonos ahorrar hasta un 53% sobre el gasto que teníamos.

Esquema de instalación de Airzone

Debemos de tener claro que el mantenimiento de los edificios y las pequeñas inversiones, junto con las ayudas y subvenciones que se ofrecen en este sentido como ya hemos comentado, permitirán en mayor o menor medida conseguir un mayor confort y una mejora en la rentabilidad de las instalaciones durante nuestra estancia en la vivienda, obteniendo un ahorro económico constante y cumpliendo con las exigencias que hoy se demandan para respetar nuestro medio ambiente.

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